DEA | D.f. metal core
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1999 sería el año que viera el nacimiento de DESAPARECIDOS EN ACCIÓN, banda formada por ex integrantes de CROSS-BONES, STREETDOWN, y TOMAHAWK (grupos reconocidos en la escena hardcore mexicana), que tras permanecer tiempo inactivos deciden formar un nuevo proyecto con un estilo y dirección musical diferente al de sus anteriores agrupaciones. Así comienzan a ganarse un nombre dentro del movimiento underground en México.
DEA entrega un furioso estilo metalcore (con toques deathcore) de lo más brutal, el cual expone la influencia musical de bandas clásicas como SLAYER, AGNOSTIC FRONT, y CRO MAGS, y de bandas de las nuevas corrientes como MERAUDER, THE CROWN y THE HAUNTED.
Impulsados por la furia y agresividad del metal, así como por una actitud y decisión propias del hardcore, es que la banda ha podido, poco a poco, ganar el respeto y aceptación de los seguidores en ambas corrientes, alternando con bandas de la talla de ANARCHUS (banda de culto en el movimiento grindcore); DISGORGE (banda que entrega el más brutal death-gore de manufactura queretana); OXIDISED RAZOR (banda de sangrante gore-death-metal); PHOBIA (leyenda originaria de Orange County, California, que por más de diez años ha atormentado al underground con su sonido crust-grindcore); y AK-47 (la agrupación que más influenció el movimiento hardcore en México), por nombrar algunas.
Gracias al empuje y dedicación que D.E.A. ha puesto en su música es que han conseguido participar en eventos tales como el FESTIVAL VIVE LATINO en el 2000 (en el escenario designado a la cultura y corrientes underground), FESTIVAL TRES DÍAS DE COLECTIVIDAD en Monterrey, y han concretado presentaciones en ciudades como Guadalajara, Querétaro, Tampico, Cuernavaca (EXPO ROCK MORELOS), e Hidalgo (alternando con ESPECIMEN).
Debido a la vida misma y a las experiencias personales, así como a las influencias musicales, es que las letras de D.E.A. consiguen un tono un tanto oscuro; un triste recordatorio de la forma en que se vive en estos días la violencia en las grandes urbes, la indiferencia y degradación, la Iglesia y su torcida idea de fe, la desigualdad, el ego del hombre que lo obliga a odiarse y autodestruirse; pero todo esto con la esperanza de que al final con empeño es posible conseguir un cambio. La actitud de DEA es la del barrio, donde nadie es más que nadie, donde todos son iguales, ya que es allá abajo donde la gente se ve a sí misma como lo que en verdad es, sin máscaras, sin rodeos; donde la gente se conoce a través de unos tragos de cerveza, en las fiestas populares, donde no se olvidan las tradiciones, ya que es allá abajo donde se aprende a vivir cada día como si fuera el último.
